Nuestros pRODUCTOS
Mariscos Vivos en el Cantábrico
Bigaro
Littorina littorea
(Linnaeus, 1758)
Gasterópodo de unos 2-3 cm., con una concha de color gris negruzco con líneas concéntricas más oscuras, muy cónica con el ápice puntiagudo y escultura en la superficie. La colmuela o eje central es blanca. La apertura tiene un labio externo paralelo a la espira en el punto donde ambos se encuentran. Vive en las rocas del intermareal o entre algas de las que se alimenta en fondos de poca profundidad. Respira mediante branquias, por eso vive normalmente en fondos rocosos aunque es posible encontrarlo en fondos blandos en situaciones de competencia baja y gran cantidad de alimento. Se encuentra en el Mediterráneo, Atlántico Europeo, Canal de la Mancha, Mar del Norte y Báltico occidental. Su carne es de buen sabor y calidad, siendo un buen aperitivo en cualquier mesa.
Bogavante
Homarus gammarus
(Linnaeus, 1758)
Conocido en Asturias como bugre y llubricante este cotizado Crustaceo tiene el dorso del caparazón liso y de color negro azulado con manchitas violeta y amarillas, y amarillento en la región ventral. Las pinzas son aplanadas y deben de ser atadas para evitar que los animales en cautividad se ataquen unos a otros, es por ello por lo que se comercializan con una goma elástica. Animal de crecimiento lento, alcanza el medio kilo de peso a los 4-5 años de vida y no supera el kilo hasta pasados los 7-8 años. De costumbres nocturnas, vive cerca de la costa en fondos de roca y arena, ricos en algas entre 2 y 40 m, resguardandose en cuevas que defiende como si fueran su territorio. Realiza migraciones estacionales y, en general, está más cerca de la costa en verano y más alejado en invierno; es precisamente en verano cuando tiene lugar la reproducción, realizándose el acoplamiento inmediatamente después de la muda de las hembras. Es bastante estricto en su tolerancia a las temperaturas, más de 22 grados en el agua le llevan a la muerte y no se reproduce a temperaturas inferiores a los 15 grados. Se encuentra desde las costas Escandinavas hasta el litoral atlántico y mediterráneo del norte de Marruecos. Excelente calidad gastronómica.
Buey
Cancer pagurus
(Linnaeus, 1758)
La nocla, nombre que recibe en Asturias este apreciado Crustáceo, es inconfundible por la gran anchura de su caparazón en relación a su longitud y por las ondulaciones de su borde anterior. Este caparazón puede llegar a medir más de 30 cms de ancho superando entonces el animal los 4 kg de peso, aunque estos ejemplares raramente se capturan y comercializan, siendo los ejemplares de unos 20 cms los más solicitados. Las hembras se distinguen de los machos por su abdomen redondeado y son más cotizadas gastronómicamente por sus «cuatro sabores». Las pinzas, el cuerpo, el carro y las gónadas, que recubren todo el interior del caparazón en los animales maduros. Viven en fondos de arena y roca, más cerca de la costa en verano que en invierno, estación en la se pescan incluso a 50 m. Los bueyes muy pequeños, de apenas 3-4 cms de anchura del caparazón tienen tan sólo un año de vida y se encuentran incluso en los charcos arenosos de los pedreros; se reproducen después de alcanzar los 5-6 años de vida, momento en el que el caparazón mide unos 12 cms de ancho o más. Se distribuye por todas las costas atlánticas y mediterráneas de Europa, llega hasta Casablanca en el Atlántico de Marruecos y hasta Túnez en el mediterráneo africano.
Camarón
Palaemon serratus
(Pennant, 1777)
La quisquilla o esquila, nombre asturiano de este cotizado Crustáceo, tiene en los animales vivos una coloración translúcida, verde-anaranjado pálido, con bandas oscuras transversales en el abdomen y presenta un rostro característico, aserrado por arriba y por debajo, origen del nombre de la especie. Las hembras alcanzan mayor tamaño que los machos, hasta 8 cms y son más apreciadas. Viven en aguas someras del litoral, entre las algas y zonas abrigadas, reproduciendose una o dos veces al año y llevando entonces las hembras bajo el abdomen hasta 2.500 huevecillos. Al primer año de vida, cuando alcanzan la talla de 4 cms ya maduran sexualmente y pueden reproducirse. Son difíciles de estabular para su comercialización debido al gran canibalismo que presentan.
Cangrejo Atlántico
Carcinus maenas
(Linnaeus, 1758)
El cangrejo verde tiene un caparazón muy liso al tacto, sin estrias, de color pardo-verdoso y de forma pentagonal con la parte anterior fuertemente dentada, hay 5 dientes de cada órbita hacia el exterior. La parte ventral del animal es blanco-amarillenta. Los machos que son más grandes que las hembras tienen el abdomen triangular mientras que en las hembras es redondeado. El cangrejo común se distingue de la nécora en que tiene el último par de patas terminadas en uña. Vive en fondos de arena donde puede llegar a ser muy abundante, muy cerca de la costa, en playas, ensenadas de aguas tranquilas, cabeceras de estuarios e incluso en puertos ya que es muy tolerante a las variaciones de salinidad. Se alimenta principalmente de moluscos, pequeños crustáceos, gusanos y animalillos del fondo, sin desdeñar los animales muertos, peces y otros. La madurez sexual la alcanzan a los 2 años de edad, cuando miden unos 4 ó 5 cm. Es muy tolerante al transporte lo que ha hecho que haya sido introducido localmente en lugares tan distantes como Hawai o Ceilán.
Centollo
Maja squinado
(Herbst, 1788)
Con el nombre de Centollo y sus variantes del Cantábrico, francés o marroqui, se conoce a este gran Crustáceo de coloración rojiza, más intensa en los ejemplares cantábricos. Su caparazón es espinoso y con numerosas sedas ganchudas por toda la superficie, en ellas unas veces se enredan trozos de algas y otras las coloca el animal con sus patas delanteras ayudando a camuflarse en los fondos de roca y arena donde habita y que van desde la línea de costa a los 50 m de profundidad. Las hembras se distinguen de los machos por su abdomen abombado y por el menor desarrollo de las pinzas de su primer par de patas. Son muy gregarios en el momento de la reproducción, hecho que tiene lugar en los meses de verano y después de la muda de las hembras que se quedan en el centro del grupo; es por esa razón por la que los meses con mayor calidad para el consumo son los meses con “r”, momento en el que los centollos están “llenos” y fuera de la época reproductora. Las “huevas” no aparecen bajo el abdomen hasta seis meses después de la reproducción. Es aconsejable el consumo de animales con un tamaño del caparazón superior a los 12 cms, momento en el que al menos se han reproducido una vez. Su área de distribución abarca desde el Canal de La Mancha e Islas Británicas hasta el Sur de Agadir en el Atlántico de Marruecos y por todo el Mediterráneo europeo y africano hasta Túnez.
Cigala
Nephrops norvegicus
(Linnaeus, 1758)
La coloración rosa-salmón del cuerpo y las pinzas de lados paralelos y con aristas longitudinales espinosas son algunas de las características anatómicas de este apreciado crustáceo de carne suave, elemento imprescindible de las buenas parrilladas de marisco. Los machos son algo mayores que las hembras llegando a medir 25 cms desde el extremo del rostro hasta el final del abdomen, superando raramente las hembras los 20 cms. Viven por debajo de los 40 m de profundidad y hasta más de 250 m, sobre fondos blandos en los que se entierran durante el día. Las hembras llevan hasta 4000 huevos pegados bajo el abdomen, huevos que los machos fecundan después del desove y de los que nacen las larvas al cabo de unos 8 meses. El crecimiento de las cigalas es lento, no alcanzando la capacidad de reproducirse hasta después del quinto año de vida, cuando miden unos 8 cms. Al ser una especie de “agua profunda”, su distribución es amplia y comprende las costas atlánticas de Europa con excepción del Este de Inglaterra, Países Bajos y Dinamarca. Por el Mediterráneo la cigala llega hasta Grecia pescándose también en el Atlántico marroquí hasta Casablanca y en el Mediterráneo hasta Túnez.
Langosta
Palinurus elephas
(Fabricius, 1787)
Si bien es cierto que con el nombre de langosta se conoce un buen número de especies, la más apreciada es sin duda la langosta europea y especialmente su población cantábrica o langosta del Cantábrico. Alcanza hasta 50 cms de longitud y tiene un caparazón cilíndrico con fuertes espinas, con el abdomen algo más estrecho que el cefalotórax; es característico su color rojo, con franjas amarillas en las antenas y un veteado crema-amarillento en las patas y en la cola. No tiene pinzas en el primer par de patas. El crecimiento de la langosta cantábrica es muy lento, alcanza la capacidad de reproducirse pasados los 4-5 años de vida, cuando mide unos 18-20 cms y llega a los tamaños de 40-50 cms con 15-20 años. Vive en fondos de roca, preferentemente por debajo de los 20-30 m y hasta los 100 m, donde se alimenta preferentemente de distintos tipos de almejas y caracoles marinos. Su área de distribución abarca desde las islas Británicas y Canal de la Mancha hasta el Sur de Marruecos en el Atlántico, y en todo el litoral Mediterráneo.
Nécora
Liocarcinus puber
(Linnaeus, 1758)
Lo primero que llama la atención de este Crustáceo decápodo de color castaño verdoso oscuro es el tacto aterciopelado de su caparazón, parecido a grandes rasgos al del cangrejo común, aunque en este es liso y menos anguloso. Diferenciándose además de éste por el último par de patas en forma de pala nadadora y por la denticulación del borde anterior, con los dientes más afilados y curvados hacia los ojos. Las nécoras viven en fondos someros, desde la zona de mareas hasta 70 m. de profundidad, y prefieren los lugares rocosos o de roca y arena, aunque también se pueden encontrar sobre fondos de arena y fango. Al igual que el cangrejo común, hembras y machos se distinguen por la forma de su abdomen, triangular en los machos, redondeado en las hembras. Muy apreciada por el fuerte sabor de su carne, se encuentra en el Atlántico oriental, desde el mar del Norte hasta las costas del Sahara y en el Mediterráneo, aunque es menos frecuente.
Percebe
Pollicipes cornucopiae
(Leach, 1824)
Este crustáceo cirrípedo de gran sabor y calidad es tan exquisito como poco apreciado fuera de nuestras fronteras en comparación con otras especies como la langosta o el bogavante. Tiene un pedúnculo musculoso, que es la parte comestible, con el que se fija al sustrato rocoso mediante cemento orgánico que él mismo segrega y con una cubierta parda, fibrosa y dura que termina en una uña formada por varias placas en el interior de la cual están los órganos del animal. Hay dos tipos de percebe: los de “sol”, que se desarrollan en zonas muy expuestas al mar, con un pedúnculo corto y grueso y los percebes de “sombra”, que crecen en zonas protegidas y que presentan un pedúnculo largo y delgado, con mucho contenido en agua El percebe vive en el límite inferior del intermareal, donde el agua bate más porque así se facilita su respiración y su alimentación mediante una pluma filamentosa que emerge de su uña en cada recogida de ola. . Ante la escasez, variable disponibilidad y el elevado precio de los percebes del norte de España, Canelmar importa percebe marroquí que si bien es más parecido al percebe de sombra, pertenece a la misma especie que el nuestro.